Oímos hablar mucho de la gestión del tiempo, pero menos de la gestión de nuestra energía, elemento decisivo para la productividad, que además del tiempo, implica nuestras capacidades y nuestras emociones.
Algunas fuentes de energía:
- Energía mental.
Es esencial para el buen desarrollo de nuestro trabajo. Cuando te sientes débil mentalmente, falta de inspiración, falta de conexión…., entonces tu mente no te está ayudando a tener buen rendimiento.
Evita la multitarea. Si eres de la opinión que haciendo varias cosas a la vez, terminarás antes, se consigue justamente el efecto contrario, es imposible ser más efectivo ya que el cerebro no puede separar qué es urgente, importante o necesario, llevándonos a cometer errores, estresarnos y ser menos eficaces.
Recomendaciones:
- Hacer descansos entre tareas a lo largo del día. La importancia radica en los ritmos ultradianos, que nos indica que nuestro cerebro puede concentrarse de forma óptima de 90 a 120 minutos, después, es necesario descansar.
- Empieza una tarea y continua con la siguiente una vez terminada la primera. Aquí te animo a poner en marcha la matriz de Eisenhower y la técnica pomodoro.
- Energía física.
Cuando no dormimos bien, estamos enfermos o tenemos cualquier dificultad, aunque gestionemos bien el tiempo, no vamos a rendir bien.
Es fundamental descansar, hacer ejercicio y alimentarse de forma saludable.
Muchas veces se nos olvida cuando existen muchas responsabilidades a lo largo del día, y quizás la falta de alguno de estos hábitos, puede influir directamente en las emociones con el consecuente desgaste de energía.
Recomendaciones:
- Duerme al menos 7 horas diarias.
- Desconecta, practica algún hobby ajena a tu actividad profesional.
- Realiza ejercicio físico, libera la hormona de la felicidad.
- Energía emocional.
El desgaste emocional nos puede pasar factura.
Teniendo pensamientos positivos, estaremos con ganas y pasión para afrontar cualquier situación o tarea que se nos presente.
Si por el contrario estamos asentados en la queja y la negatividad, esto nos llevará al famoso síndrome de burnout, y si estamos en estado de defensa o alerta, desaparecerá la capacidad reflexiva.
Encuentra motivación, piensa qué te hace fluir, qué te hace sentirte viva, cuál es tu propósito, qué te gusta, qué te disgusta. El aburrimiento o la procrastinación, son grandes ladrones de energía.
Recomendaciones:
- Observa en qué momento del día tu estado anímico baja, y también cuáles son los detonantes de ese cambio (conversaciones tóxicas, demasiada presión en el puesto…etc)
- Cultiva la respiración consciente para contrarrestar nerviosismo, inseguridad o miedo, pudieran surgir en algún momento por un desafío inesperado.
- Practica el autocuidado, es fundametal realizar actividades previas para tener equilibrio y calma.
- Te animo a recibir una consulta de autoconocimiento con eneagrama, descubrirás tus fortalezas, virtudes y áreas de mejora, logrando así aportar en tu organización todo lo bueno que hay en ti.
- Sería bueno que realizaras alguna dinámica que te haga tomar conciencia y descubrir tu ikigai, qué cosa en tu vida hace que valga la pena cada día, tu propósito, tu razón de ser…..porque como siempre digo, tenemos dos vidas, la segunda comienza cuando nos damos cuenta que solo tenemos una.
Como has podido ver, es de suma importancia el saber gestionar nuestra energía, para cualquier empleado, líder de equipo o directivo, o para cualquier tipo de actividad, como conseguir objetivos, motivar equipos, coordinar departamentos, liderar proyectos, ser eficiente y ser eficaz en cualquiera que sea tu puesto de trabajo.
¿Qué otras fuentes de energía personal influyen para las tareas que harás?
Si necesitas impulso para canalizar estas energías, ya sabes que puedes contar conmigo.
¡Energía al poder! 💪🏻